Medio Ambiente

Barcelona restringe el tráfico para reducir emisiones en días críticos

La Zona de Bajas Emisiones se ampliará y se activará con mayor frecuencia durante episodios de alta contaminación.
5 June 2025, 20:11 – Por Sergio Blanco, Voces Ibéricas
Barcelona restringe el tráfico para reducir emisiones en días críticos

El Ayuntamiento de Barcelona ha anunciado la ampliación del protocolo de restricciones al tráfico en episodios de alta contaminación. La medida busca reducir las emisiones de dióxido de nitrógeno (NO₂) y mejorar la calidad del aire durante los días en que se superan los niveles considerados saludables por la Organización Mundial de la Salud.

A partir de ahora, las restricciones se activarán con mayor antelación, en cuanto los modelos meteorológicos indiquen condiciones propicias para la acumulación de contaminantes. Esto permitirá a los ciudadanos planificar sus desplazamientos con tiempo y fomentar el uso del transporte público.

La Zona de Bajas Emisiones (ZBE), en funcionamiento desde 2020, será clave en la implementación de estas nuevas medidas. Se intensificará la vigilancia mediante cámaras automáticas y se incrementarán las multas a vehículos altamente contaminantes que accedan al perímetro sin autorización.

Además, durante los días críticos, se habilitarán servicios gratuitos en la red de transporte metropolitano y se incentivará el uso compartido del coche mediante descuentos en aparcamientos públicos y peajes urbanos.

Las autoridades locales han señalado que el objetivo no es solo sancionar, sino transformar los hábitos de movilidad. Para ello, se lanzará una campaña educativa sobre los efectos de la contaminación en la salud, especialmente en niños, personas mayores y personas con enfermedades respiratorias.

Datos recientes muestran que las emisiones de vehículos representan hasta un 70% de los contaminantes del aire en el centro de la ciudad. Las partículas finas y los óxidos de nitrógeno son responsables de miles de muertes prematuras cada año en áreas urbanas.

Entidades ecologistas han valorado positivamente la decisión, aunque insisten en que también se requiere una mayor inversión en infraestructura ciclista y peatonal, así como medidas más agresivas para reducir el número de coches en circulación.

Comercios del centro expresan preocupación por el posible descenso en la afluencia de clientes, pero el Ayuntamiento ha respondido que “una ciudad más saludable y menos congestionada también favorece la actividad económica a medio y largo plazo”.

Barcelona se suma así a otras ciudades europeas como París, Milán y Bruselas que han endurecido sus políticas de movilidad urbana para hacer frente a la emergencia climática y mejorar la calidad de vida de sus habitantes.

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